“Me había sentido insatisfecha durante los últimos 15 años de mi vida, incluso cuando mi carrera profesional estaba en un nivel que nunca habría ni imaginado. Me encontré con César por accidente, el mejor accidente que he podido tener. Me ayudaste a ver la vida desde una perspectiva totalmente diferente y a deshacerme de viejas creencias que me estaban asfixiando. Ahora encontré el equilibrio entre ser un personaje púbico, una madre, una esposa y además saber encontrar el tiempo para mi misma. Siempre agradecida”.

“Llegué hasta César pensando que mi problema era el insomnio y el estrés, y él me ayudó a tener una visión más amplia y cambiar mi perspectiva. Puede encontrar, como siempre decía el, “la raíz del desequilibrio”, y descubrí que las pastillas eran solo una solución a corto plazo, que aumentaban mi problema a largo plazo. Con él aprendí cómo cuidarme a todos los niveles, y a hacerlo a mi propio ritmo y forma. Cambié mi estilo de vida, poco a poco, y de repente todo cambió, no solo en mí, sino en todo a mi entorno”.

“César tiene un estilo de trabajo único, que me hizo sentir totalmente diferente de los demás. Había pasado por algunos de los mejores centros de rehabilitación del mundo, que funcionaron muy bien durante cortos períodos de tiempo, pero su metodología ha sido totalmente diferente. Creo que, en lugar de prescribirme sus reglas, me ayudó a crear mi propio método, ajustado a mi. Cambié mi vida y lo hice yo mismo. César me ayudó a abrir los ojos y ahora mi vida está en un lugar totalmente diferente. No hay palabras para mostrarte mi gratitud”

“Llamamos a César para ayudar a nuestro tío con su depresión y su vida desordenada. Al principio, accedió a verle de mala gana, pero poco a poco comenzó a sentirse mejor. Un día, nuestro tío cambió repentinamente su enfoque de vida y se convirtió en la persona divertida, feliz y creativa que siempre fue. El carácter de César, su positividad, disposición y su calidez, hicieron que todo el proceso fuera mucho más fácil”.

“Vivo en un país donde las mujeres son consideradas de menos por muchos hombres, y donde siempre me he sentido como un bicho raro por pensar de manera diferente al resto. He pasado muchos años con ansiedad y depresión, lo que me ha llevado a tener un trastorno alimenticio. César me ha hecho sentir libre nuevamente, y gracias a hacerme ver que todos mis desequilibrios tienen el mismo origen, pude entender mejor cuál era la solución. Ya no espero cambios en los demás sino en mí misma”.