“Vivo en un país donde las mujeres son consideradas de menos por muchos hombres, y donde siempre me he sentido como un bicho raro por pensar de manera diferente al resto. He pasado muchos años con ansiedad y depresión, lo que me ha llevado a tener un trastorno alimenticio. César me ha hecho sentir libre nuevamente, y gracias a hacerme ver que todos mis desequilibrios tienen el mismo origen, pude entender mejor cuál era la solución. Ya no espero cambios en los demás sino en mí misma”.