“Llegué hasta César pensando que mi problema era el insomnio y el estrés, y él me ayudó a tener una visión más amplia y cambiar mi perspectiva. Puede encontrar, como siempre decía el, “la raíz del desequilibrio”, y descubrí que las pastillas eran solo una solución a corto plazo, que aumentaban mi problema a largo plazo. Con él aprendí cómo cuidarme a todos los niveles, y a hacerlo a mi propio ritmo y forma. Cambié mi estilo de vida, poco a poco, y de repente todo cambió, no solo en mí, sino en todo a mi entorno”.